domingo, 8 de octubre de 2017

Alejandro Albarrán

Imagen de ALPA
Alejandro Albarrán (Ciudad de México, 1985) es autor de los poemarios Ruido (Bonobos / Conaculta, 2012) y de Tengo un pulmón que no es el cielo (Conaculta, 2014); ambos, disponibles en el Archivo de Poesía Mexa que venimos consultando.
            Su obra también está accesible en el perfil de Tumblr del propio autorDescarga Cultura de la UNAMLas afinidades electivas/ las elecciones afectivas o La Rabia del Axolotl. Acaba de publicar Persona fea y ridícula (2017).
            Ruido (2012) se compone de seis partes: «Paisajes alterados», «Intermedio», «Matones, el musical», «Intervenciones», «Intermedio» y «El automatista». El autor reflexiona sobre objetos cotidianos e ideas ajenas, como la teoría del gato de Schrödinger. El poema «De un error al traducir a Heisenberg» termina así:

[...]
Una moneda gritando en el aire
es
un gato dentro de una caja,
es la cara y es la cruz,
es un hombre, sentado en una silla,
                si lo observamos (23).

Las confusiones aparentemente nimias conforman el imaginario colectivo que afecta a la poesía joven, no por la edad, sino por la frescura. Destacan la relatividad de la ciencia, la metáfora de la gastronomía como poema (que no hay quien se trague), el humor de los buscadores de internet, la polifuncionalidad de la sociedad actual, las expresiones populares e irreverentes que llenan cajones de prosas (incluso en inglés, traducida al español; y esta al alemán; y esta, de nuevo, al español; y esta, al chino, etc.). El ruido se aplaca con la poesía, que lo convierte en un objeto estético.
            Tengo un pulmón que no es el cielo (2014) cuenta en veintiún poemas la miseria humana. Lo hace con la gracia que consigue modificando, una vez más, las expresiones populares y por acumulación, como Maricela Guerrero. Desacraliza la poesía a lomos de un caballo. Así dice «Cowboy»:

El mundo ya no alcanza
para un montón de poemas
La gloria ya no alcanza
para un montón de poemas
La vida ya no alcanza
para un montón de poemas
Los poemas ya no alcanzan
para un montón de poemas (21).

Las Artes poéticas mexicanas se renuevan con propuestas de este tipo, sostenidas y sugerentes, especialmente la ópera prima de Albarrán, Ruido. Asimismo el recurso de las tachaduras o borraduras que emplea el poeta sugiere nuevas formas de afrontar el proceso de escritura-lectura, tal como estudiaremos próximamente. Deberemos de estar atentos a autores que empiezan a publicar ya en el nuevo milenio y cuyas obras están disponibles en el indispensable Archivo de Poesía Mexa.


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